Todos los Seres Humanos que hemos caminado en este planeta llamado Tierra, hemos tenido alguna vez en nuestras vidas una “Piedra en el Zapato”, al menos en los últimos 5.500 años!
Y es que este tema de la “Piedra en el Zapato” no respeta creencias religiosas o políticas, clases sociales o sexos, ni siquiera si a usted le gusta el Mundial o no…!
A pesar de las muchas investigaciones científicas que se han realizado al respecto, todavía hoy en día, en el año 2010, no se puede determinar con exactitud, cómo se llega a meter una piedrita en el zapato…
Algunos dicen que es por pura y fortuita casualidad, otros afirman que puede deberse a algún Karma pendiente y no falta quienes aseguren que la “Piedra en el Zapato” es parte de una Conspiración Global e Histórica en su propia contra! ¬_¬’
El tema no es nuevo; desde la Antigüedad se habla al respecto, ya muchos autores se ha referido a este tipo de situaciones, inclusive me han filtrado información confidencial de que están por terminar un documental que se llama: “Stones in Shoes and Black Holes” o “Las Piedras en los Zapatos y los Agujeros Negros”, para los que no hablan inglés.
Ahora bien, no importa por qué razón haya llegado a parar en su calzado un diminuto pedrusco, lo realmente importante es ¿qué haremos cada uno con nuestra propia “Piedra en el Zapato”
Porque por ejemplo, imaginemos que uno tiene que caminar varios días por montañas, y al primero se siente la piedrita, en lugar de parar un instante, en el sitio adecuado y momento correcto para sacarse la piedrita, continuamos y lo que hacemos es acomodar el pie para que la piedra no nos moleste, pero con eso no desaparecemos físicamente la piedra, solamente nos hacemos de la idea de que “mágicamente” ya no está piedra… pero ahí sigue… y luego de toda una jornada de severo caminar, ese pequeño pero duro corpúsculo, nos ha hecho una gran ampolla, que al día siguiente nos puede hacer tortuoso el continuar e inclusive nos imposibilita por completo seguir avanzando.
Puede ser que ese sea un ejemplo extremo y bastante agreste, pero quizás hasta en nuestras inmaculadas y pulcras oficinas nos puede pasar que algo se nos meta en el zapato y por habernos puesto ese día las únicas medias que tienen un huequito, nos da pena quitarnos el zapato, permitiendo que continúe la molestia, modificando incluso hasta la forma de caminar, pasando una gran incomodidad pensando primero en el “¡qué dirán!”
Y en un ejemplo último, supongamos un acto de gran formalidad social, por ejemplo, una Cena de Altísima Gala, un Exclusivísimo Casamiento o una Entrevista con el Santo Padre, (en mis tiempos, ir a ver al Papa, sí valía la pena), el punto es que aunque uno lo haga de la forma más “protocolariamente correcta”, sacarse una piedra del zapato en esas circunstancias, delante de todo el mundo, es simple y sencillamente una absoluta pérdida de glamour, porque simplemente no es el lugar ni el momento para ello. ¡Solo haría gracia si lo hiciera Mr. Bean!
Uno podría excusarse un momento antes, e ir al baño de forma displicente y proceder a la extracción del mineral de nuestra zapatilla y así, continuar la existencia con la mayor urbanidad posible y como si nada hubiera pasado.
Fuente de la Fotografía: http://www.rocioarregui.com/viaje%20aninguna%20parte/quedate-con-mi-paso-b.jpg
Detener nuestro caminar para deshacernos de algo torturante, no significa renunciar a nuestras metas, simplemente eliminamos lo innecesario.
Si por esa incomodidad se caminaba poco ahora ya sin ella, se avanzará el doble…! Con mayor comodidad, seguridad y agilidad, disfrutando del Camino!
Creo que todos hemos tenido una piedra en el zapato, o quizás todavía la tenemos, lo realmente importante es determinar el momento oportuno para sacarla y evitar un mal desproporcionadamente mayor.
Si no nos la sacamos a tiempo, se irá alojando dolorosamente en nuestro pie, produciéndonos una lacerante llaga, deteniéndonos por completo. La decisión debe de ser INMEDIATA.
Algunos, llegan a acostumbrarse a tener siempre una piedrita en el zapato y eso es muy peligroso, pues quizás le permite caminar, pero no correr y eso los está limitando terriblemente.
Se podría decir inclusive que ciertas personas llegan a tenerle algún tipo de “afecto” a esa piedrita y al hacer eso le están confiriendo poder sobre ellos, permitiendo que les “afecte” en lugar de sacársela de su vida de una vez por todos y para siempre.
Al dejar que esto pase, se le concede cierto “permiso” para que esto siga sucediendo, otorgando “derechos” a otras futuras piedritas a meterse en nuestras vidas.
Por lo tanto, debemos tener Espíritu Luchador y Firmeza de Carácter para liberarnos de esas incomodidades martirizantes y sentir de nuevo la libertad en Nuestras Vidas! (°o°)
Ya por último, la pregunta: ¿Tenemos alguna piedrita que nos incomoda la existencia metida en nuestros escarpines?
1 comentario:
Llevo días investigando sobre el cómo demonios llega esa piedrita dentro del calzado cuando se ve casi imposible de que pueda llegar ahí, hay personas que "lo entienden" pero no me saben explicar, pongo de ejemplo el movimiento de las ruedas de un coche al pasar rápidamente por un camino donde haya piedras, tierra o agua, pero aún así no me explica cómo es que llegan dentro de mi calzado. Seguiré investigando y espero encontrar una respuesta.
-Elena G.
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